lunes, 31 de agosto de 2015

Vivir significa estar presente

Quizás tuvo la culpa mi sobrino David cuando hace unos tres años y medio estábamos celebrando una comida familiar y, en un momento determinado, le dijo a su padre, mi hermano: ¡Papá la tía Maite no para de hablar! Él tendría unos ocho años por entonces y yo, bueno pues creo recordar que no me enfadé, que tampoco me sentí molesta por su comentartio, más bien lo que ocurrió es que me vi a mi misma en esa situación y pensé: "Tiene razón, no he parado de hablar durante toda la comida" y, quizás un poquito molesta conmigo sí que me sentí.
Ya desde entonces me digo a mi misma que "Cuando como, como". Así de simple y así de difícil llevarlo a la práctica. Seguro que os identificáis con esto que me pasa a mí. 

Mi sobrino tenía razón, cuando como y hablo, a veces, me atraganto, me muerdo en la boca, en la lengua y qué se yo... Incluso ahora que estoy escribiendo, siento que me estoy atropellando, sí, estaba planchando, hace tan solo un momento, y mi pensamiento iba de un lado para otro como ese "mono loco" del que he hablado alguna vez. Lo que estaba pensando era todo esto que estoy contando y, claro, he dejado la plancha a un lado y me he puesto a escribir muy deprisa porque no quiero que se me olvide nada de esto que estaba pensando. 

Quizás también tuvo, un poco, la culpa de esto del Mindfulness, la feria del libro de madrid. Cada año me voy a ver los libros y siempre compro algunos. Es mi premio, mi día especial. Este año he ido con mi amiga Yoli, nos acerquamos a uno de los puestos buscando un libro sobre coaching. Me dijeron que no tenían pero me dieron otro que se llama "Mindfulness para enseñar y aprender: estrategias prácticas para maestros y educadores" de Deborah Schoeberlein y la Dra. Suki Sheth. El caso es que yo nunca había oído hablar de esto y me lo compré. Me gustó lo poco que leí en el reverso del libro.

                Desde entonces mi vida anda apor otros derroteros más conscientes. 

Caí en la cuenta de que, a veces, las cosas ocurren por algún motivo. Yo quiero llevar todo esto a la práctica, en el colegio. Y, quienes trabajáis en educación, os preguntaréis ¿Qué tiene que ver esto con las clases del día a día en el colegio? Pues mucho.
Veréis: ¿En qué pensaís cuando os estáis duchando?, y ¿cuándo coméis? y ¿cuándo conducís? y ¿cuándo paseáis?, etc. ¿Pensáis acaso en eso que estáis haciendo o en otra cosa? Si pensáis en ello mi enhorabuena porque estáis practicando Mindfulness en vuestra vida.
¿Os cuesta meditar? ¿Lo habéis intentado? Es difícil traer los pensamientos al momento presente, requiere práctica y paciencia pero se puede conseguir.

En el colegio, en nuestras clases, venimos observando que nuestros niños y nuestras niñas, independientemente de la edad que tengan, vienen a clase con estrés, con aburrimiento, con mucho movimiento, con muy bajo nivel de frustración, con muy poca tolerancia y poca paciencia. No todos los niños ni todas las niñas por supuesto, pero en una gran mayoría. Necesitan hablar, moverse... y no prestan mucha atención, como si les faltara motivación. Claro que tampoco ayuda mucho el ritmo que llevamos en clase con las distintas asignaturas, la excesiva ratio por clase y el poco tiempo del que disponemos para las clases. 

En una palabra: Queremos llevar Mindfulness a las clases para recoger esa atención dispersa, para acallar la mente centrándola en lo que hacemos en ese momento, para disfrutar más de lo que aprendemos, de lo que trabajamos, para resolver los problemas de otro modo, sin violencia, con el diálogo, para ser personas más empáticas, para ser más felices ahora y en un futuro.

Mindfulness no es sólo una técnica, una herramienta, un procedimiento o una tarea nueva, es mucho más.

 Es una nueva forma de vivir la vida a nivel personal y relacional y una nueva forma de estar en el mundo, también con las personas, con los animales y con todas las cosas que nos rodean.
¿Bonito verdad? 
 Gracias David por darte cuenta, por hacérmelo sentir y por ESCUCHAR porque, hoy más que nunca, es el valor más preciado en las relaciones sociales.

Gracias a las personas que crean libros y trabajan con ellos, que nos los recomiendan, que nos cuentan como son y lo que nos transmiten, que nos los leen y vuelven a leer.

Os iré contando cómo lo vamos a llevar a la práctica para hacerlo extensible también fuera del colegio con la familia, las amistades y demás personas que nos rodean.

Feliz día!!

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