lunes, 12 de octubre de 2015

"No solo somos nuestro pensamiento"

Me quedé pensativa cuando escuché esto por primera vez hace poco tiempo. Enseguida comprendí a qué se refería Jorge, monitor de Mindfulness y Coach del curso al cual estoy asistiendo. Después, en casa busqué más información en internet: "No somos nuestros pensamientos" y "Conciencia testigo". Ahí descubrí a Danilo Hernández (Swami Digambarananda). Para escribir este artículo me he basado en sus enseñanzas y también en otra página web que nos habla del Observador y de lo Observado. Aquí os dejo las dos:

https://onironautas.org/no_somos_los_pensamientos_concentracion.html

http://www.yogaenred.com/2014/01/24/conciencia-testigo-eje-de-la-meditacion-y-la-transformacion/

Me encuentro en una dimensión de mi vida en la que estoy aprendiendo a SER, en lo que se refiere a los pensamientos. Nunca lo había visto así. Esto es inaudito en mí. Resulta que nuestra mente está en el modo HACER. Siiii... constantemente estamos pensando y pensando y para acallar a nuestros pensamientos, para no hacerlos conscientes ¿qué hacemos? mil y una actividades: enviar wasap, llamar a alguien, quedar para luego, para otro día, para el fin de semana, ver facebook, leer, escribir, hablar, trabajar, viajar, conducir escuchando música si no tenemos compañía... cualquier cosa para no sentir nuestro yo, pasear y hablar, comer y hablar, senderismo para hablar, etc, etc. no nos paramos ni un momento o sí, según algunas personas se sirven de la televisión para concentrarse y ¿acallar? esos pensamientos. Lo que ocurre normalmente es que cuando somos conscientes de esos pensamientos, nos damos cuenta de que estamos rumiando y rumiando, o pensamos en lo que tenemos que hacer ahora, luego, mañana, en lo que hicimos ayer, en lo que no hicemos y deberíamos haber hecho.  ¡Qué estrés! ¿Cuándo decidimos pensar en que no tenemos que pensar tanto? 

Los pensamientos se reproducen a una velocidad tremenda y si no les ponemos control, no paran. Si al menos son positivos no serán dañinos pero... ¿Y si son negativos? Críticas a cualquier persona que se nos cruce, a cualquier situación de nuestra vida que no nos gusta, y lo que es peor... críticas a nosotras mismas, o a vosotros mismos chicos. ¡Estos son los malos, los que, como veremos, provocan las enfermedades! Ah! por cierto: que lo que nos pasa no nos lo provocan las demás personas o las situacionoes de la vida sino NUESTRA ACTITUD ante lo que nos pasa.

Bueno pues hemos llegado al punto de la cuestión que decía en el título: No solo somos nuestros pensamientos. Para darnos cuenta de ello no hay nada mejor que crear un hábito saludable en nuestra vida y que es LA MEDITACIÓN. Cuando seamos capaces de crear ese espacio para sentir lo que nos ocurre en ese mismo instante de nuestra vida (Mindfulness), entonces podremos darnos cuenta de que sí, es cierto: YO SOY ALGO MÁS QUE MIS PENSAMIENTOS y que éstos están bajo control.

Antes de ponernos a la práctica de la meditación tenemos que llegar a una gran reflexión y que es:

DEBEMOS ACEPTAR LA IDEA QUE EXISTE LA POSIBILIDAD DE MANEJAR VOLUNTARIAMENTE LA ATENCIÓN. 

Si no existe la creencia de tal posibilidad, dicen y tienen razón, se nos va a hacer muy cuesta arriba esto de la meditación. O quizás, como digo yo, puede ser que todavía no nos encontremos en esa situación en nuestra vida, porque estemos en otro nivel de consciencia. Cada cosa en su momento. Pero una vez que ya somos consciente de tal posibilidad la cosa cambia y ya podemos pensar en ello ¿Verdad?

No os desaniméis si observáis que los pensamientos "os pueden" y no os dejan concentraros porque ese es el paso previo, es solo el principio. Con constancia lo podemos conseguir.

Según consta en las cuatro fases de la meditación y que son:

a)  ANCLAJE DE LOS PENSAMIENTOS. 

Para que la meditación se convierta en un hábito hay que practicar. Todos los días dos veces durante 5 ó 10 minutos bastarán para empezar.

- Después de sentarte de forma cómoda, realiza dos o tres respiraciones profundas.
- Toda tu atención ha de estar puesta en la respiración.
- Deja que tu cuerpo siga respirando solo. Observando como entra y sale el aire libremente.

b) VAGABUNDEO DE LOS PENSAMIENTOS.

Puede llegar un momento en el cual, los pensamientos, intenten llamar tu atención y arrastrarte tras ellos.
- No los rechaces. Deja que pasen, que sigan su camino.
- Simplemente acéptalos y déjalos pasar sin centrar tu atención en ellos.
- Ahora puedes darte cuenta de que NO ERES TUS PENSAMIENTOS porque tú estás observandolos y de alguna forma consciente, estás tomando distancia entre ellos y tu consciencia.

c) TOMA DE CONCIENCIA.

Cuando alguno de esos pensamientos que intentan captar tu atención, lo consigue... No pasa nada. Es un paso previo y necesario al desarrollo del hábito de la meditación.
- No debes plantearte NINGUNA EXPECTATIVA: ¿Qué ocurrirá? ¿Y si no logro concentrarme?...
- La mente intenta emitir JUICIOS constantemente.
- Debes eliminar esos juicios o requirimientos.
- Debes tomar distancia. TÚ ERES QUIEN OBSERVA. No te involucres en esos juicios. Sin esperar nada a cambio. Aceptando... 
Y después...

d) VUELTA "AMABLE" AL PUNTO DE ANCLAJE.

De forma amable, cariñosa, sencillamente y sin emitir ningún juicio de lo que ocurre, vuelve a TOMAR CONCIENCIA DE TU RESPIRACIÓN, ignorando todo lo demás.
Con el tiempo esto se convertirá en un hábito y ganarás en calidad de vida y tu modo será SER no HACER. Esto es: "Pienso lo que quiero pensar y cuándo quiero pensarlo". Tu decides.

Mañana más sobre pensamientos negativos.
Gracias y feliz noche.





No hay comentarios:

Publicar un comentario