Otro nuevo debate sobre los deberes en el que se analiza su implicación en el desarrollo de la personalidad de nuestros educandos.
España es uno de los países que más deberes manda en los colegios e institutos y también es uno de los países con mayor fracaso escolar. Se justifican los deberes porque, dicen, se refuerza lo aprendido en clase o porque, a base de machacar se interiorizan los aprendizajes.
Más bien lo que ocurre es que se acaba odiando el trabajo escolar ya que estamos diciendo a nuestro alumnado quién manda y si no se traen los trabajos que se mandan en el tiempo establecido entonces se le baja la nota.
El miedo, la vergüenza y la falta de asertividad a decir "No" hacen que nuestras chicas y chicos pierdan la ilusión, la creatividad, el pensamiento analítico y el gusto por aprender.
Estamos creando autómatas con respuestas condicionadas que dicen lo que queremos que digan y hacen lo que queremos que hagan. ¿No será mejor ayudarles a desarrollar sus pontencialidades para que busquen, analicen y creen su propio aprendizaje? ¿Ese aprendizaje que no se olvida tan fácilmente? Claro, quizás es que esto último lleva más tiempo y esfuerzo conseguirlo y las leyes educativas no nos dan ese tiempo con los currículos tan apretados.
Decidir cada cuál lo que mejor se adapte a vuestra forma de enseñar, ya seáis padres, madres o docentes y sobre todo, reflexionar si hacer trabajar a vuestras hijas y/o hijos o educandos es lo correcto. No vale la excusa de decir que de este modo se crean hábitos de trabajo porque el hábito al trabajo se puede desarrollar de otras muchas formas, por ejemplo: ayudándoles en su maduración dotándoles de herramientas que les ayuden a ordenar su pensamiento y enseñándoles desde una Educación Emocional a crecer como personas seguras de sí mismas, con autoconfianza, capaces.
Os dejo este video, que me ha llegado y que me ha gustado, para vuestra reflexión.
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| https://www.youtube.com/watch?v=sCsTirDBv7Y&feature=youtu.be |
