Mis escritos: Mi gran Emoción

Mi gran Ilusión siempre ha sido escribir y viajar de la mano de los personajes hacia donde estos me lleven, dejándome arrastrar con sus experiencias, vivencias y emociones. Es algo habitual que dentro de mis libros, se me escapen trocitos de mi propia vida y también retazos de mis sentimientos y emociones; es inevitable. Por eso, dicen, mis historias reflejan mi propia personalidad... Y que decir de mis poemas... dicen mucho de mi estado de ánimo, del marco en el que se encuadra cada etapa de mi vida... de mis anhelos en un momento determinado, de mis experiencias vividas y las que todavía quedan por vivir. Metas, al fin y al cabo, que me hacen crecer como persona, como ser humano.

En fin... no borraría nada de todos ellos porque como dicen: 

Yo no soy la misma persona que era ayer, ni tampoco soy la que seré mañana.

Mi objetivo aquí y ahora es compartir contigo partes de esos escritos... de esos poemas y llegar hasta donde queramos llegar y sentir lo que intento transmitir en cada uno de ellos. Si lo consigo, mi meta se habrá cumplido. 

Alguien dijo una vez que: "La más pequeña de las acciones es más importante que la más grande de las intenciones".

Esa es la idea.

Gracias por estar ahí, por escuchar y por compartir.


14 de Septiembre de 2014

¿Cómo gestionar los cambios personales?

Qué preguntita eh!! 

Llevo un tiempo pensando en algo y por fin estoy vislumbrando el camino que me conduce a esa reflexión. Primero me ocurría que no abarcaba, no alcanzaba a poner al día, a asimilar, a entender, toda la información que me llega a diario a través de las distintas vías de comunicación que, como todo el mundo sabe, cada vez son más. Esto es: a través de los medios de comunicación como la TV, periódicos, revistas especializadas (porque otras no me molesto ni de abrirlas), también a través de los medios informáticos o telemáticos: wasap, e-mail, sms y quizás alguno más que se me escapa. Ni qué hablar de Facebook, twitter, linkedn, youtube y demás caminos para acercar a las personas de otro modo muy diferente al que hemos estado llevando a cabo durante milenios. Cara a cara sintiendo, viendo y percibiendo a la persona que teníamos enfrente. 

Otra gran vía de comunicación es la publicidad que nos llega por todas partes: correo ordinario, buzoneo, revistas gratuitas que se encuentran a nuestro alcance en: gasolineras, farmacias, tiendas especializadas en cosmética, herbolarios, informática, etc. Y por último y no menos importante es toda la tarea, diaria, relacionada con el trabajo. En mi caso, mi trabajo como maestra. Cada día me traigo a casa todo lo que no me da tiempo a realizar en el colegio: informes de evaluación, programaciones, revisiones o correcciones de cuadernos, libros, preparación de clases, carteles, motivaciones, búsqueda de materiales del entorno... Para que luego digan que no trabajamos.

Retomando mi reflexión: Todo expuesto antes viene a decir que hace ya tiempo que éste no me rinde todo lo que yo quisiera. Amén de todas las demás actividades que diariamente realizo dentro y fuera de la casa. Para poner sólo dos ejemplos: Preparación de comidas y yoga.  Hoy, siguiendo con mi gran reflexión, pienso que el camino no es el de la constatación de la falta de tiempo para poder estar al día con tantos quehaceres, porque otros se quedaron en el cajón por esa falta de tiempo, por ejemplo: estudiar inglés o asistir a clases de escritura. Más bien mi caminar, nuestro caminar, ha de transcurrir pensando en que lo primero es lo importante y lo demás carece de sentido. Que lo que he de hacer a diario es, ni más ni menos, que todo aquello que, de forma pausada y disfrutada, pueda llevar a cabo y lo que no encaja en este cometido pues no se puede realizar y punto.

Entonces estarían fuera de todo lo anterior algunos aspectos mencionados tales como: todo lo relacionado con los medios de comunicación vía internet. Aquellos otros relacionados con la publicidad y quizás más que no me atrevo a retirar. Pero siempre teniendo en cuenta que hemos de tener un espacio para reencontrarnos y para escuchar nuestro sentir, nuestro cuerpo, nuestros pensamientos, nuestro yo.

Más aún. Hace algunos meses que mi cabeza está recorriendo otros derroteros que hasta ahora estaban vetados a mis sentidos. Esto es a lo que se refiere el título del encabezado: ¿Cómo gestionar los cambios personales? 

Podemos darnos perfecta cuenta de que todo lo anterior ha transformado radicalmente nuestra forma de vivir, de sentir y de estar en el mundo. En el campo en el que yo trabajo, las prisas por cambiar las leyes educativas nos llevan a trabajar cada día más en un sin sentido quitando más y más tiempo a lo verdaderamente importante que es la motivación, educación y enseñanza de nuestro alumnado. Tanto me tiene absorbida este nuevo caballo de batalla que me hace estresar porque no llego, y si me quejo, tanto me da, ya que tengo que hacer multitud de papeles de todo tipo, para que todo se quede registrado, recogido, consultado, trabajado y vuelta a revisarlo cada año que cambia la ley. 

Hace unos días decidí informarme sobre cómo puedo gestionar mejor los cambios a nivel personal para que esto no me suponga un brote de ansiedad o algo así, y llevar mejor todo lo que pueda llevar mejor. así es que "Busqué en internet" y me encontré con un libro en el que hablaba de la Educación. Concretamente:

"Cómo gestionar el cambio en contextos educativos" en su pág. 13 dice "...desde 1980 se ha promulgado más legislación educativa que en toda la historia..." 

Esta rapidez en los cambios educativos y en la forma de vida de las personas, con prisas, preocupaciones, falta de normas y de hábitos educativos dentro de la familia, está propiciando que, desde la escuela, vivamos en continuo reajuste de nuestra forma de trabajar, de pensar, de educar, siendo la parte burocrática la que ocupa un mayor peso pues no facilita nuestra labor, al contrario, nos quita tiempo para ocuparnos de lo que de verdad importa: la educación de nuestros educandos.

¿Cómo gestionar estos cambios a nivel personal?

Sinceramente creo necesario un esfuerzo unido a una reflexión personal de aquello que podemos hacer y esas otras acciones que se nos escapan y hemos de dejar en un segundo plano. Lo importante es hacer lo que podamos sin restar otros tiempos de nuestra vida, aquellas acciones buenas e importantes. Nunca tendríamos que quitar tiempo a nuestra familia, a nuestro descanso y a esas actividades que nos proporcionan la fuerza, la formación y la relajación necesaria para seguir adelante. Yo pienso mucho en esto: "¿Si ahora no estuviese pensando en esto que me está "machacando hoy" en qué otras cosas estaría pensando? Y en que lo verdaderamente importante es disfrutar de los momentos y de todo lo que hacemos. Esto me lleva a que ya es hora de cerrar el ordenador y decir:
Hasta mañana.      









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