De la conferencia a la entrevista

Érase una vez... algo que pudo ser y fue, algo que pude transmitir y lo logré, sentimientos que pude compartir y compartí. Qué más da que haya personas a quienes les parezca que el tema de la "Invisibilidad de la Mujer en el Lenguaje" sea algo sin sentido, que sobra, que está de más, que es innecesario, que es una tontería, que hay otros problemas importantes en los que ocuparnos...

Si hay otras personas a quienes les viene bien, a quienes les gusta y sienten la necesidad de saber más, de aprender, de querer ir más allá, de ver la importancia, de desear una igualdad entre ambos sexos.

Siempre digo que lo importante es sembrar la semilla en el cerebro, la necesidad vendrá, o no, pero al menos la reflexión ante algo que hasta ahora no se había pensado si por casualidad, surge como algo novedoso y transcendente. Hay personas que me han dicho: "Gracias por haber puesto en mí esa reflexión que no existía". La oportunidad de ver de otro modo algo que, por costumbre, no nos habíamos planteado "ni por asomo". "Gracias porque se han superado todas mis expectativas ante este tema". "Algo se remueve por dentro de mí"... Todas esas afirmaciones sientan un nuevo espacio a la reflexión personal.

La importancia que tiene el lenguaje en nuestro pensamiento es bien sabido y no hace falta que yo lo descubra ahora. Dependiendo de cómo nos comunicamos, de nuestro lenguaje interno, nuestro ser, nuestra salud y nuestra vida se dirigirán en un sentido o en otro...Y nuestra conducta es diferente y nuestra forma de relacionarnos también.

Una vez que terminé mis conferencias sobre este tema, con motivo del Día Internacional de la Mujer, el día 8 de marzo, me llamó un periodista de la revista "Nueva Alcarría". Había oído lo de mi conferencia en la Biblioteca de Guadalajara, le pareció un tema interesante y me pedió una entrevista que realicé a través de una llamada telefónica y días después la publicó en su periódico.

Le doy las gracias por difundir tan importante aspecto de la vida de las mujeres.