miércoles, 20 de mayo de 2015

A vueltas con los deberes...




Conforme pasan los años, y la experiencia se va acumulando, me voy encontrando con postulados más coherentes, más resueltos. ¿En cuánto a qué? Os preguntaréis. Tiene que ver con la vida, con el tiempo tan preciado ,quizás, tan poco valorado individualmente. Mientras las personas nos atropellamos por cumplir con una apretada agenda, por llegar a tiempo a no sé dónde… por acaparar más y más bienes materiales… el reloj de nuestra vida corre inexorablemente hacia adelante y en ese proceder, transitamos por caminos que ya nunca más vamos a volver a encontrar. Y nuestra apreciada vida va pasando inconscientemente, de forma patente e inalterable.

Yo he aprendido…. Bueno todavía estoy aprendiendo a “frenar”, a ir más despacio en ese camino sinuoso que conforma mi existencia. Los acontecimientos y los eventos que van surgiendo van siendo  modelados por mí, en contra, muchas veces de mis ganas de hacer más o de la falta de comprensión de las personas que me rodean, en cuanto al por qué de mi comportamiento.

Me gustaría abrir aquí el tema de los "Deberes escolares", porque creo que tiene mucho que ver con ese tiempo y esa forma de vivir nuestra vida y la de las personas que forman parte de nuestra vida. Y me gustaría que comentáseis y planteáseis vuestros sentimientos, vuestras ideas o dudas sobre este tema tan importante y tan poco debatido en los colegios. 
Soy maestra y siempre me he mostrado contraria a enviar deberes a casa, nunca me he sentido a gusto con este acto incomprensible para mí y, sin embargo, me he dejado arrastrar por las prisas, por el cumplimiento de un currículo, por la falsa necesidad de creer que las familias así lo reclaman… Llegado a este punto, me doy perfecta cuenta de mi torpeza, de mi falta de empatía hacia mis educandos, de mi poca reflexión hacia este escandaloso tema.

Ya hace unos cuando días que he dicho “basta”. Que me niego a sacrificar el tiempo en familia de mi alumnado, de ese tiempo compartido plácidamente en agradable compañía con esas criaturas maravillosas. Que no quiero seguir participando en este acto inadecuado e incomprendido para mí, y sí, he reflexionado, he leído bastante, todo lo que ha caído en mis manos sobre los “deberes” y de tomado, ya, mi decisión. 

No pienso, ni por un momento, que haciendo menos, en casa, se consigan peores resultados. No creo que trabajando incansablemente en casa haciendo deberes, además de las actividades extraescolares se vayan a conseguir mejores resultados académicos. Por ello, estoy convencida de que tiene que haber un equilibrio, un tiempo para repasar lo que hemos hecho en clase, acabando lo que no hayamos acabado. Tienen todo el derecho también a jugar, a crear, a saborear la relación con mamá y con papá, con los hermanos o hermanas si los hubiese, con los abuelos o abuelas... disfrutando con juegos, diálogos, relatos compartidos… todo en armonía y con buena cara, con cariño…, desde el corazón. 

Me gustaría abrir aquí ese debate sobre los “deberes escolares” porque me he dicho ya es el momento. Me he escandalizado cuando le leído el artículo del periódico: "Diez horas de deberes a la semana en Rusia", "seis en España".

Ya oigo las voces: “Es que mi hijo o mi hija los hace en un pis-pas”, “Es que si no hacen deberes están ganduleando toda la tarde”, “son un refuerzo del aprendizaje”, “Es que sin deberes no adquieren el hábito de estudio”…

Corrigiendo los deberes he observado muchas connotaciones, muy subjetivas, si queréis, pero que están ahí. Veo sus caritas, trabajando en casa, veo sus letras o sus números grandes, deformes, gigantes, en algunos casos, en otros se nota su falta de energía…, Puedo ver ,entre líneas, su cansancio, su abatimiento, su desmotivación en algunos casos.  

Para terminar, os dejo el artículo del periódico sobre los deberes y también un link, un vídeo titulado “Enséñame pero bonito”, donde también se habla de este tema. A mí personalmente, me ha hecho reflexionar. Siempre digo que estamos trabajando con personas en formación y que tenemos una gran responsabilidad. 

Dejémosles transitar por su vida de forma tranquila, pausada, para que aprendan a disfrutar de todos los pequeños momentos por los que van pasando. Yo siempre les digo que no es lo mismo mirar que observar, que podemos ir por la vida mirando lo que nos vamos encontrando pero sin el matiz de observar los colores, las formas y a las personas que nos rodean. Tenemos que pararnos. Pararnos para observar todo eso que nos estamos perdiendo… momentos que ya no volverán porque forman parte del pasado. Dejémosles tiempo para ese disfrute.

Nuestras niñas y nuestros niños se merecen esta reflexión para ayudarles de la mejor forma en su caminar hacia la vida adulta.

¡Tienen tanta vida por delante! 

 https://www.youtube.com/watch?v=bYZJD-aUN0A

 







El artículo del periódico "El País" esta en este link:

http://politica.elpais.com/politica/2015/05/13/actualidad/1431523305_412764.html

No hay comentarios:

Publicar un comentario